Cuando no hubo y fue necesario...,
Jesús lo hizo posible con un milagro.
El agua en vino..., el pan y los peces...
y otros tantos milagros en gentes....
Pero a muchos desconcertó al final,
pues de la Cruz no se consiguió salvar.
El gran milagro no se produjo,
y a muchos los dejó sin impulso.
¿Queréis saber mi conclusión?
Pues aquí os la doy:
Porque en ese momento no nos faltó...
él estaba allí, y era Dios.
Cuando murió, faltó, y a la humanidad sola la dejó...
Y entonces .... Resucitó....
Faltaba el Paráclito, su consolador.
Volvió para dejárnoslo, y se marchó....
Quien lo quiera que se consuele y descanse.
Dios es capaz de todo en el desierto.
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