Elegida por Dios, María de la "¡Ó!".
Tu falta de soberbia a Dios le conmovió.
Tu sorpresa y miedo no te superó.
Ser confiada te hizo acoger a Dios.
La soberbia que a Adán y Eva condenó,
fue el Pecado más Original de la Creación.
Ir en contra de la Voluntad de Dios:
sólo respetar a un árbol les pidió.
Pero ellos no aceptaron esa negación.
Al hombre y su costilla tanto les costó,
que al final cayeron en la tentación...
Se revelaron contra Dios.
María, buena judía, sabías bien la lección:
de Dios era y es toda la Creación.
Él era y es siempre bendición.
Lo que de él venía, merecía sumisión...
"He aquí la esclava del Señor..."
María:
A tí te pido intermediación.
Tú confías más que nadie en Dios.
Danos capacidad para cuidar la creación.
Dios está en todos y todos en Dios.
Evangelio según San Lucas (Lc 1,26-38)
«No temas, María,
porque has hallado gracia delante de Dios.
Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo,
a quien pondrás por nombre Jesús.
Él será grande, y será llamado Hijo del Altísimo.
Y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Reinará sobre la casa de Jacob por los siglos,
y su reino no tendrá fin.»
María respondió al ángel:
«¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»
El ángel le respondió:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti,
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Por eso el que ha de nacer será santo,
y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente,
ha concebido un hijo en su vejez,
y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril.
Porque ninguna cosa es imposible para Dios.»
Dijo María:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
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